lunes, 3 de septiembre de 2007

Soy Inés






Tengo 80 espléndidos años, y ...no sé, siento aquí en el pecho veinte ó treinta mariposas aleteando como cuando era adolescente.

Cuando apenas cumplí dieciocho sentí por primera vez esa sensación, no sabía qué me pasaba, fue cuando comencé a noviar con Luis (el primer hombre de mi vida) ¡apenas tuve tres! Siempre me pregunto, lo amaba? o estaba enamorada del amor?

De sus labios escuché tiernas palabras que me daban vuelta! recibí y di el primer beso, claro, después de un tiempito, no como ahora el primer día! yo me moría de ganas de besarlo...pero una señorita bien educada en un colegio de monjas, no podía decir esas cosas! paseamos de la mano, tanto, que los naranjos en flor de las calles de mi barrio ya eran cómplices de nuestras conversaciones y de nuestros arrumacos (cómo dirían los chicos ahora? apriete? transa?. 
Con él aprendí a mirar el cielo y descubrir las tres Marías, la cruz del sur, el carrito, un poquito, claro porque a las 8.30 pm tenía que estar de regreso en casa.

Ya en la facu ...conocí a Francisco, los dos estudiábamos odontología, él es como los príncipes, como los galanes de las películas, lo que se dice todo un caballero; suele regalar flores para la primavera y decir bellos piropos . Y así sin darnos cuenta entre pinzas y tornos, amalgamas y anestesias, histología va, farmacopea viene, creo que me olvidé de Luis, pero a él le pasó lo mismo.

Y...me enamoré, ésta vez para siempre! 
Fueron varios años estudiando, es una carrera larga, pero de a dos todo fue más lindo. Matizamos los estudios escuchando música, los sábados al cine, los domingos a misa. Así, tejimos nuestras vidas, entrelazando sueños, proyectando el futuro. Armamos nuestro nidito de amor, nos recibimos, nos casamos, nacieron nuestras niñas, las amamos, las pusimos en la vida... y cual pichones al dejar el nido aprendieron a volar o al menos lo intentaron. Pero...enuestro amor casi sin darnos cuenta se fue apagando...

Fue una separación como todas, dolorosa, decidimos cada uno con sus petates emprender una nueva vida pero...nos seguíamos viendo, hablando, respetando en homenaje a ese amor que embriagó nuestros años mozos y llenó de imágenes placenteras y bellas el album de fotos de la familia que fuimos.

Pasó el tiempo y Francisco como yo, se fue acomodando hasta que ambos rehicimos nuestras vidas, él con Ofelia guapa también, yo con Natalio; lo conocí en un curso, me impactó enseguida y me asusté un poquitiño cuando me di cuenta de la atracción que su mirada ejercía sobre mí, cuando me quise acordar, otra vez coqueteando! pasaba largas horas en el vestidor eligiendo la ropa que me pondría, que la blusa haga juego con mis ojos celestes! que la pollera a la rodilla es más sexi! el escote! un botón más, no, mejor uno menos! y cataplín cataplero fuimos maridovios.

No fue un amor guau! pero fue amor, tranqui, sereno, pleno. 
Tuve dos nietas divinas.

La vida asomó haciéndonos zancadillas, yo en el camino por un cáncer perdí una teta, pero seguí coqueta. 
Qué risa! un día un médico me indicó una mamografía bilateral, -cómo ? le dije -si tengo sólo una? 
A Natalio ésto lo hizo tambalear y se enfermó mal, con una larga enfermedad llamada pik, tuve que asistirlo con una persona de cuidados intensivos, al pricipio él decía disparates, después me desconoció, la rigidez fue tornando quietos sus mienbros, hasta que ya sólo vivía gracias al oxígeno. 
Durante ese trajín tuve otra nieta, bahiana, y con la gracia de Bahía, es un solcito de largos rulos, enormes ojazos y hoyuelos en las mejillas. 
Yo me enfermé de los huesos, toditos ellos me duelen, especialmente las rodillas, viajé a Cuba en busca de salud, me operé, pero mi asistente ya fué el bastón, lo elegí lindo, con una buena empuñadura, -me tiene que acompañar el resto de mi vida -pensé, al pricipio me lo olvidaba en todos lados, todo el mundo tropezaba con mi bastón.

Y así iba por la vida, pilchas, dientes, bastón, pastillitas, calcio, colorete, me jubilo! 
Pierdo a Natalio para siempre. 
Y sólo dos días depués como si el destino hubiera dibujado mi vida! estando yo en la ducha, suena el teléfono, me cubro con la bata fuscia, envuelvo mis cabellos con la toalla haciendo juego y calzando mis chinelas de canutillos atiendo desde el living. 
Mis cabellos olían a gardenias, mi cuerpo húmedo todavía comenzó a temblar, y mis manos, mis manos apenas podían sostener el inalámbrico luego de escuchar la voz de Luis!

Me tuve que sentar, tomé mi abanico de la mesita y me di con todo. Hablamos..hablamos..y hablamos....hablamos de nuestras parejas, de nuestros hijos, de nuetras vidas, de nuestro amor de primavera y en ese momento las veinte ó treinta mariposas se pusieron a aletear, estaban como locas!

Día tras días, hasta 5 hs hablamos por teléfono, él estaba en Suiza, enseguida renació aquél amor de juventud, tenemos las mismas pasiones, nos adivinamos el pensamiento, todo estaba intacto, guardadito en el cofre de los recuerdos más preciosos y bastó un soplido para revivirlo.      
Luis organizó el encuentro: viajé a Suiza, juntos a París y a Marbella, morí de placer, las emociones me subían a una nube que me levantaba en vilo. Hizo las reservas en los mejores hoteles diciendo que era viaje de bodas, así es que esperaban a la Señora de Bourdieu con magníficos ramos de flores, champagne y sábanas de raso, varias veces me pregunté si estaría soñando.!
Ustedes vieron la película de Elsa y Fred con China Zorrilla? bueno, ella al lado mío se quedó cortita; en este viaje pasó todo lo que se puedan imaginar y lo que no se imaginan también pasó!

Regresé a Bs. As. y afanosamente preparé el nidito de amor con empapelado en flores color té que cuentan las primaveras de mi alma, una colcha esponjosa como las nubes, luces tenues que invitan al susurro y flores...flores...flores...
Llegó Luis, se instaló, me encanta compartir el día con él, nos levantamos, nos ponemos lindos (él también es coqueto) desayunamos en Edelweis en la mesita de la ventana para que el mundo nos vea y nos salude el sol, paseamos por plazas y parques, por ríos y mares, por selvas y bosques.

Ah! no les conté! tiré el bastón a la mierda!!!

Ayer, cumplimos un mes, la cena fue lo que se dice romántica: codornices con pétalos de rosas, un vinito dulce espumante, noche de luna llena, ventanal mirando al río.

El lunes fui a ver a mi Doctora, los tengo que dejar, ahora, en este instante entro a quirófano, chau mamografías! pierdo la otra teta!


María Alicia

Historia original de la vida de Inés que al contarla en mis clases de Narración oral un compañero me sugirió escribirla

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