martes, 11 de enero de 2011

María Elena Walsh





Las niñas y los niños de ayer, las mujeres y los hombres de hoy que siguen cantando a coro a Manuelita que vivía en Pehuajó tienen una pena infinita. Esas voces ahora se quiebran y por la congoja desafinan cuando intentan decir la tortuga ... se marchó!

“¡Qué de campanas en la sangre siento

cada vez que me olvido de la muerte!

Pero sucede que ella no me olvida”.

Estos versos, pletóricos de exquisito dolor adolescente, pertenecen al primer libro que publicó María

Elena Walsh, Otoño imperdonable, en 1947


2 comentarios:

  1. Hi there would you mind letting me know which webhost you're using? I've
    loaded your blog in 3 different web browsers and I must
    say this blog loads a lot quicker then most.
    Can you suggest a good web hosting provider at a reasonable price?

    Cheers, I appreciate it!
    Also visit my weblog ... GFI Norte

    ResponderEliminar
  2. I all the time used to study post in news papers but now as I am a
    user of internet so from now I am using net for posts, thanks to web.
    Here is my web page ... GFI Norte

    ResponderEliminar